Historia del maquillaje: Los años 80

martes, febrero 19, 2019 0 Comentarios A+ a-




El look ochentero se caracteriza por los volúmenes, el color y los excesos. Como en otras décadas, en los ochenta hay dos estilos diferentes dentro de la moda. Por un lado estaba la moda inspirada en series como “Los Ángeles de Charlie" (aunque esta serie empezó a emitirse en España en el 78 hasta principios de la década de los 80) “Dallas” o “Dinastía”.


El nuevo ideal era el “Yuppie” que hacía carrera en el sector informático y especulaba con éxito en bolsa. Todo era muy ostentoso. “Si algo es caro, tiene que parecerlo” era el lema que lanzaba en aquel momento la gran empresa de moda Escada.

Los jeans se imponen en ésta década. Brooke Shields hace la polémica campaña publicitaria para Calvin Klein en la que preguntaba: “¿Quieres saber qué hay entre mis Calvin y yo? Nada.”




Melenas marcadas, con mucho volumen y con flequillo. Pieles bronceadas, cejas anchas, mejillas rosadas, sombras en tonos pastel y eyeliner negro con la “v” marcada en el exterior del ojo. Bocas rosas y fucsias.



Por otro lado estaba la moda creada por el movimiento “Punk”. Nina Hagen, Alaska o Madonna entre otras, fueron modelos a seguir en cuanto a esta tendencia.


En Madrid tuvimos la llamada “movida madrileña”. Movimiento artístico y social que surgió durante los primeros años de la  transición, y se extendió al resto de España con el nombre genérico de “la movida”.



Los 80 fueron la década dorada de la música. Artistas internacionales como The Police, Dire Straits, Michael Jackson, Queen, Pink Floyd, U2, Prince… Y nacionales como El último de la fila, Los secretos, Nacha pop,  Radio futura, Gabinete Caligari, etc. Todos ellos y muchos otros marcaron las pautas musicales de aquella época.


Medias de rejilla, hombreras XXL, mallas de licra, calentadores, bandas en la cabeza, encajes, botones dorados, cruces o prendas asimétricas eran parte de la indumentaria de ese estilo estrambótico y rompedor.

El pelo se lleva cardadísimo, la laca es un producto imprescindible. Se llevan los tupés, las coletas muy altas y con volumen, los cortes asimétricos y tintes de los colores más llamativos.



El maquillaje, por supuesto, tampoco se quedaba corto. Caras muy angulosas y duras.

Pieles con una base clara y correcciones oscuras marcando mucho el pómulo, las sienes y los laterales de la nariz para dar más dureza.

Las cejas muy marcadas y pobladas.

Ojo muy rasgado, oscuro y difuminado hasta la sien.

Labio muy perfilado y en tono marrón oscuro mate.



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